La falta de sueño, ya sea ocasional o crónica, tiene muchos
efectos negativos sobre la salud. En el corto plazo, impacta el estado de
ánimo, la concentración y la memoria, aumentando el riesgo de errores en el
estudio o el trabajo.
A largo plazo, se asocia a enfermedades como diabetes,
hipertensión, accidentes cerebrovasculares, obesidad, depresión y problemas
cardíacos y renales.
Para hablar sobre la importancia que tiene el buen dormir
para la vida cotidiana, el doctor Diego Golombek, investigador del CONICET,
biólogo, especialista en cronobiología y divulgador científico argentino,
brindó una conferencia en el auditorio de Fundación OSDE llamada “Dormir bien,
vivir mejor”, con el objetivo de aprender, reflexionar y brindar herramientas
para lograr a diario un descanso profundo y reparador.
“El tiempo que se le quita al sueño no se recupera”, afirmó
el científico, subrayando los riesgos de la privación de sueño en la vida
cotidiana.
En la actualidad, casi un tercio de la población no puede
dormir de 7 a 9 horas por noche, lo recomendado por la Fundación del Sueño de
los Estados Unidos.
Según un estudio, el 31% de los adultos duerme menos tiempo
del recomendado por los especialistas en medicina del sueño.
En la charla, Golombek destacó la importancia de dormir para
la salud: “El sueño no es solamente dejar de hacer cosas, es una forma de
recuperar la energía del cuerpo, de fortalecer el sistema inmune, de consolidar
las memorias, entre otros muchos beneficios”.