Juan Martín García Lorenzana, es un médico especializado en medicina estética, que ayer visitó los estudios de Minga para conversar en el programa “Basados” sobre este mundo que genera tanta curiosidad. Para repasar la entrevista completa, te invitamos a hacer click en este enlace.
Sobre sus inicios y la elección de la especialidad, García Lorenzana dijo: “Durante la carrera de un médico llega un punto en el que hay que elegir la rama para dónde querés ir. También es cierto que uno conoce cómo está el Sistema de Salud en la Argentina y como cualquier persona hay que pagar el alquiler, por eso es necesario combinar el trabajo, la vocación y la pasión. Hay que unificar esas cosas lo mejor que se pueda y llegó un punto que me dí cuenta que no quería pasar toda mi vida adentro de un hospital, con una carga horaria terrible y la responsabilidad que ello implica”, reconoció el profesional.
“La vida me puso el chip de la medicina estética y la realidad es que al principio no sabía bien de qué se trataba. Me metí en ese camino y la carrera y la profesión me fueron llevando. Me llamaron para trabajar en un lugar muy lindo y me gustó mucho. Me encontré con una rama de la medicina en la que uno pone sus oídos y sus manos. Soy artista desde siempre y es un tipo de medicina que está muy ligada a eso”, aseguró.
“Uno siempre tiene que recordar que nosotros hacemos medicina. Cuando un paciente viene a mi consultorio, lo primero que le pregunto es qué cosa quiere trabajar. Siempre hay que ser cauteloso y evaluar con criterio si se puede hacer o no y si lo sé hacer; caso contrario, derivar. Es importante saber cuándo derivar porque después tenés que saber manejar una complicación o puede pasar que el resultado no sea el esperado. Siempre tiene que haber una ‘vara ética’”, afirmó Juan Martín.
Y completó: “Desde mi rol tengo que entender qué es lo que quiere el paciente, pero también qué es lo que realmente necesita. Muchas personas se hacen una idea en la cabeza por un video que vieron en Tik Tok y puede pasar que la boca que aparece en ese video no va a quedar igual que en tu cara. Hay que jugar un poco. Me gusta esa libertad de hacer lo que me gusta y balancear. Es ahí donde queda mejor el trabajo, porque se puede hacer algo que quede lindo, notorio y sin llamar la atención. El otro día leí un post que decía que la belleza no busca resaltar sino que está presente y en la búsqueda de ser observada. Y coincido completamente”.