La llegada de un perro adoptado al hogar es un acontecimiento único en la vida de muchas
familias. Y es importante saber que esta nueva etapa, va a producir cambios
en la convivencia en el hogar. De hecho, si no te lo tomas en serio, tendrás
que hacer frente a diversos inconvenientes. Por eso, vale la pena que tengas en
cuenta las siguientes recomendaciones para enseñar a un perro adoptado.
Consejos para cuidar de un perro adoptado
A continuación, te vamos a dar diversos consejos y recomendaciones para cuidar de un perro adoptado:
Educar y
comprender a un perro adoptado, es fundamental
para que su adaptación a las nuevas condiciones de vida sea la mejor de las
posibles. Ten en cuenta que este animal puede haber pasado por experiencias
desagradables que hayan contribuido a traumatizarlo.
Muestra una actitud comprensiva en todo momento. Su adaptación puede durar desde pocas
semanas a medio año, por lo que te tocará llenarte de paciencia y entender
que al principio se pueda desenvolver de una manera un tanto esquiva. No
muestres ansiedad, puesto que podrías transmitírsela y la convivencia podría
ser más difícil.
Entre los problemas que pueden afectar a estos perros,
destacamos la incontinencia, la
agresividad, la timidez, la hiperactividad, la desidia o los ladridos excesivos.
Intenta saber todo, lo que ha pasado tu nuevo compañero antes de ser adoptado,
ya que disponer de amplia información sobre él te dará claves para comprender
sus problemas y tratarlo en consecuencia.
No apliques siempre las premisas que hayan funcionado con
otros animales. Cada caso es diferente y sus soluciones van a requerir
alternativas distintas. Cuando tengas dudas, acude a tu clínica veterinaria y
recibirás el asesoramiento pertinente.
Necesidades de un
perro adoptado
En cuanto a las necesidades de un perro adoptado, como
proviene de un refugio, recomendamos que le prepares un espacio en el que se vaya a sentir a gusto:
Un espacio en el que pueda acostarse y tenga cierta
intimidad. Asimismo, coloca cerca de este un bebedero con suficiente agua.
Es importante darle
de comer con unos horarios fijos.
Crea una rutina para
los paseos, que serán imprescindibles para que haga sus necesidades y
realice el ejercicio físico oportuno. Acostúmbralo poco a poco a aprender sus
rutas de paseo e irá cogiendo cada vez más confianza.