Aunque no hay
estudios que confirmen que los gatos absorban energías en el sentido
espiritual, sí se ha demostrado que son
súper sensibles a nuestras emociones. Según el portal ExpertoAnimal, los
gatos pueden detectar cambios en nuestro olor, tono de voz y lenguaje corporal.
Así que si estás estresado, triste o ansioso, tu gato lo nota. Y no solo lo
nota… ¡puede afectarle!
Un estudio publicado explica que el estrés en gatos,
provocado por un entorno tenso, cambios bruscos o una mala relación con sus
humanos, puede causar problemas de salud
como cistitis, vómitos, dermatitis o incluso bajadas de defensas. Vamos,
que un ambiente cargado emocionalmente no les sienta nada bien.
La Universidad Nacional de La Plata también ha investigado
cómo nuestras emociones y comportamientos influyen en el bienestar de los
gatos. Si no entendemos sus necesidades
o interpretamos mal sus señales, podemos
generarles estrés sin darnos cuenta. Por ejemplo, si tu gato se esconde o
está más arisco, puede que no sea “malo”, sino que esté intentando protegerse
de un entorno que le resulta incómodo.
Entonces… ¿absorben
los gatos la energía negativa?
Lo cierto es que no absorben malas energías como si fueran
amuletos vivientes, pero sí se ven afectados por cómo nos sentimos y actuamos.
Así que si quieres que tu gato esté sano y feliz, lo mejor que puedes hacer es
cuidar también tu propio bienestar.
Un hogar tranquilo y emocionalmente equilibrado es el mejor regalo que puedes darle.