Las sentadillas se consolidaron como uno de los ejercicios
más populares en las rutinas de entrenamiento. Sus efectos van mucho más allá
del fortalecimiento de las piernas. Según especialistas citados por Verywell
Health y diversa evidencia científica, este movimiento fundamental aporta no
solo al desarrollo muscular, sino también a la mejora de la salud general.
Las sentadillas disminuyen el riesgo de lesiones, pues al
involucrar varias articulaciones, incrementan la fuerza, la flexibilidad y la
coordinación, lo que produce un mejor equilibrio y mayor facilidad de
movimiento, reduciendo así la probabilidad de sufrir lesiones.
Otro beneficio relevante consiste en el fortalecimiento del
core. Durante la sentadilla, los músculos abdominales, lumbares y glúteos se
activan para estabilizar el tronco y la columna, situación que resulta esencial
para mantener una postura adecuada y proteger la espalda en actividades
cotidianas.
A su vez, este favorece la quema de calorías. Al activar
múltiples grupos musculares de manera simultánea, el cuerpo necesita más
oxígeno y así utiliza más calorías. De acuerdo con Verywell Health, el
organismo quema cinco calorías por litro de oxígeno, lo que convierte a las
sentadillas en una opción eficaz para quienes buscan controlar su peso.