Según experta, hay
que evitar cortarles el pelo en invierno, abrigarlos en sus paseos y se
puede suplementar su dieta con vitaminas o inmunomoduladores.
Muchos piensan que los perros no pasan frío gracias a su
pelaje, pero no es así. En días de bajas temperaturas, sufren al igual que los
humanos.
"Un tutor se dará cuenta que su perro tiene frío cuando
se acurruca como un ovillo para evitar que la temperatura salga de su cuerpo,
se vuelve apático y aletargado, vocaliza aullando o ladrando para llamar la
atención y, si siente demasiado frío, tirita porque con el movimiento genera
calor", explica María de los Angeles Martínez, médico veterinario de Laboratorio
Drag Pharma.
Algunos perros se
acercan extremadamente a la estufa con el riesgo de quemar su piel o incendiar su pelaje, especialmente
cuando tienen pelo largo.
Según Martínez, las
razas de pequeño tamaño son más sensibles al frío, porque tienen menos grasa
y pierden más rápidamente el calor de su cuerpo. Tal es el caso de los
chihuahua, yorkshire y teckel dachshund o salchicha.
También sufren con el frío razas de pelo corto como los
galgos, cachorros a los que les cuesta termorregular su organismo y canes
viejos porque su metabolismo se vuelve más lento.
"El frío
persistente puede estresar el sistema inmune del perro y predisponerlo a
contraer enfermedades respiratorias. Una de ellas es la contagiosa Traqueo
Bronquitis Infecciosa, que es frecuente en invierno y se manifiesta con tos
persistente, dificultad para respirar y decaimiento", advierte.