Los animales se estresan por diversos tipos de
circunstancias, incluso,
pueden terminar desarrollando enfermedades.
En el caso de los felinos, el estrés puede
manifestarse con diversos síntomas y que pueden desencadenar en enfermedades,
como problemas a la piel, la vejiga y gastrointestinales, además de orinar
fuera de su caja de arena. Vocalizar excesivamente con gruñidos o silbidos,
actuar de forma agresiva con las personas u otros animales o asearse
obsesivamente, también pueden ser manifestaciones de estrés.
Existen diversas maneras de evitar que se
presenten estas situaciones. Por un lado, el llamado "enriquecimiento
ambiental": Además de jugar con ellos, agregar cajas de arena y
estaciones de alimentación adicionales en el caso de hogares con varios gatos,
un árbol de felinos o fuentes de agua, que pueden incluso motivarlo a beber
más.
"Otras
alternativas pueden ser las feromonas felinas, que se encuentran disponibles en
difusores y aerosoles y ayudan a aliviar el estrés. Además, existen alimentos con nutracéuticos que
contribuyen a la disminución del estrés. Hay que buscar la mejor opción para
nuestra mascota", señala la Dra. Viviana Estadella.
En cuanto a los caninos, algunas de las situaciones
que más suelen provocar estrés son la llegada de un nuevo integrante a la
familia, las vacaciones y las visitas al veterinario, además de aglomeraciones
y ruidos demasiado fuertes.
"Es
importante que las mascotas se
acostumbren desde pequeñas a visitar al veterinario. Mejor aún si las
primeras ocasiones no requieren vacunas o procedimientos que puedan causar un
malestar o dolor. Cuando se vislumbran cambios en la familia, sea un nuevo bebé
o mascota, lo ideal es preparar todos los cambios con anticipación",
agrega la especialista.
Una buena manera
es acostumbrarlo a los objetos que utilizará el bebé, como el coche o la cuna,
permitiéndole que los huela y premiándolo por mantenerse calmado frente a
ellos. Si se trata de una nueva mascota, también ayudará mucho familiarizarla
con el olor de ésta y que cada uno cuente con espacios y platos diferenciados,
añade la experta.
En lo relativo a vacaciones y perros, si se viaja con
ellos y no están acostumbrados a viajes en auto, es importante realizar
previamente paseos regulares cortos para que se habitúen progresivamente. En lo
posible, tratar de realizar el viaje en
ayunas y llevar todos sus implementos, además de juguetes con los que se
puedan recrear. Si el perro se queda en
casa, es necesario asegurarse de que lo visite periódicamente una persona
de confianza para que le dé su alimento y agua, además de realizar los paseos diarios. Otra buena opción en estos casos es
dejarlo en una guardería canina, al cuidado de profesionales.
Ante todo, es
necesario tener en cuenta que el estrés
afecta a nuestros animales tanto o más que a nosotros, por lo que prevenir
y tratar de evitar cualquier tipo de situación estresante es siempre lo mejor.
Además, debemos estar atentos a señales de comportamiento, o físicas, que
puedan delatar alguna anomalía.