
Las semillas de calabaza han cobrado protagonismo entre los
alimentos funcionales por su impresionante aporte nutricional y la facilidad
con la que se pueden añadir a comidas habituales.
Su perfil nutricional incluye desde grasas saludables y
proteína vegetal hasta minerales esenciales, lo que las convierte en una opción
atractiva para quienes buscan enriquecer su dieta sin complicaciones.
Según un artículo reciente de EatingWell, uno de los
principales motivos por los cuales las semillas de calabaza son valoradas por
nutricionistas es su capacidad para favorecer la salud del corazón. Estas
semillas contienen ácidos grasos omega-3, conocidos por aumentar los niveles de
colesterol HDL, denominado colesterol “bueno”.
Este tipo de colesterol actúa eliminando el colesterol de la
sangre y transportándolo al hígado, proceso que ayuda a reducir el riesgo de
afecciones vinculadas al sistema cardiovascular. De esta manera, consumir
semillas de calabaza puede integrarse en un estilo de vida que busca proteger
el corazón.