
El cansancio emocional afecta a personas de todas las edades
y ámbitos, presentándose en circunstancias cotidianas donde no existen eventos
traumáticos evidentes.
Personas en sus trabajos o estudiantes experimentan un
agotamiento interno, percibido como pérdida de motivación, irritabilidad y
dificultad para concentrarse, aun cuando el entorno no registre grandes crisis.
Según precisaron especialista a Psicología y Mente, el
fenómeno no deriva en primer plano de falta de fuerza de voluntad, sino que
constituye una reacción fisiológica y psicológica al sostenimiento prolongado
de exigencias, preocupaciones o emociones no procesadas.
El sistema nervioso activa respuestas intensas ante
situaciones, como así también ante momentos sociales desafiantes. Si este
estado de alerta persiste sin pausas, el cuerpo entra en desgaste emocional, un
proceso en el que el eje del estrés —hipotálamo, hipófisis y glándulas
suprarrenales— libera cortisol de forma prolongada.