Una absorción moderada de la radiación ultravioleta del sol supone una aportación saludable para el
gato ya que la radiación UVB permite la síntesis de la vitamina D
(calciferol) en la piel, necesaria para la absorción del calcio y la formación
de las estructuras óseas. No obstante, la aportación de vitamina D que
desencadena la radiación solar es poco significante respecto a la cantidad que
necesita obtener nuestra mascota mediante su alimentación. No pensemos que el
sol va a suplir una dieta equilibrada.
¿Qué perjuicios puede tener el sol para los
gatos?
Una exposición
excesiva o prolongada a los rayos ultravioletas puede generar daños severos en
los componentes celulares de la piel. Los rayos pueden dañar la epidermis y
los vasos sanguíneos superficiales de la dermis. Además, estimulan la
producción de radicales libres, modifican la estructura de los queratinocitos y
alteran los mecanismos naturales de protección de la piel. Cuando la inmunidad local de la piel se ve alterada, se incrementa el
riesgo de que aparezcan infecciones bacterianas en la zona. Una exposición
prolongada a niveles dañinos de rayos ultravioletas puede originar cambios en
las estructuras profundas de la piel y la posible aparición de tumores. Los gatos de pelo blanco o sin pelaje son
los más vulnerables a estos efectos. En el resto de las razas, los bordes
de las orejas, la nariz, los párpados inferiores y los labios son las zonas con
mayor riesgo de presentar lesiones.
Las enfermedades o
daños asociadas a los efectos del sol dependerán de la intensidad de la
radiación, el tiempo de exposición, densidad del pelaje del animal,
pigmentación del pelo y la piel y factores de susceptibilidad individual como
que haya una enfermedad concomitante u otros problemas de piel. Los principales
efectos a vigilar serán:
Quemaduras: son
el daño más inmediato y visible. Cuando son profundas pueden acompañarse de
infecciones bacterianas secundarias.
Dermatitis solar o
actínica: presenta la piel enrojecida, pérdida de pelo, irritación e
inflamación de la zona. Cuando aumenta la exposición pueden aparecer costras,
úlceras y ampollas que producen un intenso picor.
Carcinoma de células escamosas:
El daño crónico de la piel puede producir la transformación maligna de las
células, lo que lleva a que se produzca un tumor.
Hipertermia o golpe de calor: principalmente en la época estival cuando las temperaturas se elevan a niveles agobiantes. Los felinos no sudan, y para liberar calor, jadean o se lamen.