En invierno y nuestros perros pasan más tiempo dentro la
casa, a veces aburridos, inquietos o faltos de estimulación. Pero el encierro invernal no tiene por qué ser
sinónimo de hastío: con creatividad y pequeñas actividades, podemos
transformar el hogar en un espacio entretenido y enriquecedor para ellos
¡También para los gatos!
Enzo Roubaud, médico
veterinario y etólogo clínico, destaca que es importante tratar de mantener
la rutina de los animales en esta época del año. "Es imposible que hagamos
las mismas actividades que en verano, ya que los horarios cambian, oscurece más
temprano, pero podemos intentar sacarlos
a pasear antes si el clima y las temperaturas lo permiten. Hay que entender
que todos los cambios que yo haga en la rutina de un perro deben ser de manera
paulatina o progresiva. Si es que antes lo sacaba a las 9 de la noche, quizás
las primeras semanas puedo pasearlo a las 8, luego a las 7, y ahí ir escalando
hasta llegar a una hora que también le acomode al tutor. Debe haber un período
adaptativo, los perros se adaptan a
nuevas rutinas, pero todo tiene que ser progresivo y paulatino".
Frío y lluvia
El doctor explica que el poder sacarlos en días de frío o
lluvia depende de cada perro. "Hay algunos
que presentan mayor aversión a la lluvia o el frío, entonces se resisten,
sobre todo perritos que están en una etapa de edad un poco más avanzada, ya que
esto se asocia al dolor osteoarticular, muchas veces. Hay que estar atentos a
esas señales, nunca forzarlos. Quizás va
a disminuir un poco la duración del paseo, pero es importante sacarlos y
los podemos ayudar con alguna prenda de ropa para abrigarlos".
Y si no les gusta
salir...
Un incentivo para que salgan son los premios. "Hacemos
un trabajo de sembrado, esparcimos
premios, o distintos snacks atractivos para ellos en el pasto y hacemos el
ejercicio de buscar. Desde los primeros minutos el perro mostrará interés, se
activa su sentido del olfato y empieza a buscar los distintos premios que están
ahí con una recompensa instantánea, que es encontrar los premios entre el
pasto. Así despertamos las estructuras
cerebrales que quieren olfatear, es el primer empujoncito que le doy, lo
incentivo y se entusiasma, a lo largo del paseo siguen haciéndolo de manera
voluntaria. Ese es un buen ejercicio para perros que salen a hacer pipí y
quieren regresar. Sin embargo, no
debemos ser muy insistentes, si el perro está incómodo y quiere volver a
casa, o no le llaman la atención los premios, regresamos".