En el Mes del Gato, en medio de las celebraciones y la alegría por tener una de estas mascotas en casa, se tiende a olvidar uno de los principales males modernos que afectan a los felinos: la obesidad.
Según datos recientes, la mitad de los hogares tiene gato, incluso
dos ejemplares. En medio del auge felino en el país, con nuevos productos y
servicios asociados a su tenencia, es muy relevante hacer frente a la obesidad, y a los efectos en el largo plazo que
dicha condición puede tener.
De acuerdo con Axel Haleby, Médico Veterinario, "la obesidad felina puede derivar en
cuadros complejos como diabetes,
insuficiencia hepática, cálculos urinarios e hipertensión, por nombrar los
más comunes. Por este motivo, tener una dieta equilibrada y asegurarse de que
tenga suficiente espacio para desplazarse, trepar o jugar, es
fundamental".
¿Cómo identificar un gato obeso?
Si bien los controles
regulares con el veterinario son imprescindibles para detectar a tiempo
cualquier situación anómala, existen algunos métodos que se pueden aplicar en
casa para identificar la obesidad.
"Los huesos del
gato deben ser levemente visibles, y al tomarlo, se debe poder palpar con claridad sus costillas, vértebras y la
musculatura de la espalda, además del cojín de grasa estomacal, que es una
capa de piel suelta ubicada en la parte baja del abdomen", agrega Axel
Haleby.
En caso de que algún gato sufra de esta condición, es recomendable
su asistencia al veterinario, así como establecer
una rutina de actividades que fomenten su movilidad y el ejercicio.
"Los snacks
saludables húmedos, y especialmente en formato Diet, pueden ser una gran alternativa, ya que no solo
fomentan la hidratación y complementan la dieta habitual con ingredientes
naturales. Sino que también permiten realizar
juegos o desafíos, que lo mantendrán entretenido y le bajarán el estrés. Su
uso también es muy recomendable en las consultas veterinarias", recalca el
especialista.