Una nueva variante del coronavirus, identificada como
NB.1.8.1 y apodada Nimbus, está impulsando un incremento sostenido de contagios
en diversas regiones del mundo.
Se trata de un sublinaje descendiente de ómicron que fue
clasificado como “variante bajo monitoreo” por la Organización Mundial de la
Salud (OMS).
Aunque no hay indicios de mayor gravedad clínica, su
capacidad de transmisión y un síntoma particular —un dolor de garganta
especialmente agudo— generaron atención en centros médicos y agencias
sanitarias internacionales.
Detectada inicialmente en China a comienzos de 2025,
NB.1.8.1 es una subvariante de ómicron que mostró un crecimiento acelerado en
su circulación.
Según datos de la OMS, entre abril y mayo pasó de
representar el 2,5% al 10,7% de las muestras secuenciadas a nivel global. Por
su avance rápido, aunque sin evidencia de mayor severidad, fue incluida como
“variante bajo monitoreo”.
Su rasgo distintivo, reportado por médicos en India, Reino
Unido y otros países, es un dolor de garganta inusualmente doloroso, descrito
por algunos profesionales como una “garganta de cuchilla”.
El término hace referencia a una sensación intensa de ardor
e irritación en la orofaringe, que en ciertos casos se convierte en el primer
síntoma notorio de la infección.