Los cambios cerebrales en los adolescentes insomnes podrían
hacerlos más propensos a ser impulsivos y agresivos, según un estudio reciente.
Los adolescentes que dormían menos tenían una conectividad
más baja entre las partes del cerebro que juegan un rol crítico en la toma de
decisiones, la autorreflexión y el procesamiento de la información, reportaron
los investigadores en la edición del 13 de junio de la revista Brain and
Behavior.
Los problemas en estas partes del cerebro también se
vinculan con enfermedades mentales como la depresión, el TDAH y la
esquizofrenia, apuntaron los investigadores.
"El sueño no solo es bueno para los niños. Ayuda a
mantener su salud mental intacta y les ayuda a regular sus emociones",
señaló en un comunicado de prensa el investigador sénior, Assaf Oshri, director
del Centro de Ciencias del Desarrollo de la Universidad de Georgia.