El debate sobre el valor real del estiramiento en la
prevención de lesiones y las consecuencias físicas de no practicarlo ha ocupado
tanto a la comunidad científica como a los profesionales del deporte y la
salud.
Judith Delp, profesora de ciencias biomédicas en el College of Medicine de la Florida State University, explicó a la revista Time que cuando se prescinde sistemáticamente del estiramiento y la actividad física, los músculos pierden la capacidad de utilizar el oxígeno con eficacia y su rango de movimiento disminuye.
Delp remarcó que, con el tiempo, la falta de elongación puede llevar a una reducción significativa en la capacidad funcional muscular, lo que no solo se traduce en pérdida de fuerza y resistencia, sino en limitaciones físicas para realizar movimientos cotidianos o actividades deportivas.
La reducción de la movilidad compromete la eficacia de los
músculos a la hora de estabilizar y proteger las articulaciones, incrementando
así la vulnerabilidad a lesiones tanto musculares como articulares,
especialmente al realizar movimientos bruscos o exigentes.
La perspectiva de Harvard Health, en línea con esta visión,
es que la falta de estiramiento regular conduce inexorablemente a la rigidez
muscular.