Las consecuencias más
comunes en un cuadro de estrés en gatos son las enfermedades como la diabetes,
problemas gastrointestinales, formación de cristales, dermatitis o pérdida de
pelo, entre otros.
Factor genético:
algunos gatos de nacimiento son más propensos a tener niveles altos de estrés y
tienen mayor probabilidad de presentar ansiedad. El carácter de un felino
depende de la influencia ambiental y de sus genes heredados. En otras palabras,
si un felino genéticamente es más tímido que otro, puede presentar niveles de
estrés más altos que un gato sociable.
Aprendizaje: los
gatitos tienen un periodo de aprendizaje de socialización con sus pares y con
los humanos que es alrededor de la segunda hasta la octava semana, donde
aprenden cuáles son las situaciones normales. Cualquier estímulo negativo a esa
edad, podría tener efectos en su carácter, entre ellos mayor predisposición al
estrés y ansiedad.
Entorno:
situaciones negativas como una mala relación con el dueño, alteración de la
rutina, ausencia del padre de mascota, llegada de un nuevo gatito, otro animal
o persona, discusiones en su hogar, una casa con muchos gatos, mal acceso al
agua y comida, todos los antecedentes anteriores son factores que predisponen a
que un gato se estrese.
Es así como, los
gatos son animales que se estresan con facilidad, la especialista de
Gabrica indica que, "genéticamente, los gatos son una especie de mamíferos
que son más susceptibles al estrés debido a que son los únicos animales
domésticos que mantienen una conducta de caza, por lo cual deben estar
preparados y alerta para esta actividad, obviamente este cuadro va a ser
diferente dependiendo de cada animal, su historia desde que nace hasta que es
adoptado por una persona".
Además, la veterinaria agrega que, "en general no existe una edad en la cual es
más común el estrés en gatos, siempre que se presente el factor
desencadenante, el animal va a liberar el cortisol, que en concentraciones
elevadas genera la sintomatología asociada a este proceso, pero verdaderamente
las respuestas a los estímulos anteriormente mencionados son un mecanismo
fisiológico de supervivencia, donde los animales están adaptados a responder
con lucha o huida".
Las consecuencias del
estrés
Las consecuencias más
frecuentes que puede provocar un cuadro prolongado de estrés son las enfermedades crónico degenerativas como
la diabetes, problemas gastrointestinales como acidez, reflujo gastro-esofágico,
vómito, diarrea, en vías urinarias como cistitis, formación de cristales,
problemas de piel como dermatitis y perdida de pelo, etc.
Cuando un felino está
estresado, una de las áreas más afectadas con estos cuadros es su pelaje,
porque cuando están con mucho estrés pueden ocurrir dos cosas: que se acicalen
de manera excesiva y esto genere pérdida del pelaje, o que se acicalen menos
frecuentemente o dejen de hacerlo lo que provocará que el pelaje este enredado,
sin brillo, hirsuto. En ambos casos hay daños significativos en la piel y
pelaje.
Pero, así como sufre la mascota, también lo hace el dueño. "Un gato estresado puede generar tales
cambios de conducta que molesten en demasía al dueño, acciones como orinar o defecar
fuera de la caja de arena, arañar muebles, hiperactividad durante la noche,
agresividad con otros miembros de la familia u otros animales de la casa,
etc. Todos estos comportamientos indeseados para los padres de mascotas también
provocan preocupación, ansiedad y estrés por no saber cómo solucionar esta
situación", señala la especialista.
En cuanto a los plazos, la veterinaria estima que, "el
estrés puede durar tanto como esté presente el estímulo que lo está generando,
por lo tanto, hay que estar atentos al entorno para poder identificarlo y de
esta manera eliminarlo a tiempo para que el efecto se revierta lo antes
posible".
De esta forma, el estrés se puede prevenir identificando el
o las causas que lo generan y así sortear que aparezcan este tipo de cuadros.
Finalmente, la veterinaria de Gabrica, Susana Salas aconseja, "evitar cualquier cambio en los hábitos
diarios de la mascota, y si se debe viajar o visitar al médico veterinario,
tratar de disminuir al máximo el estímulo con moduladores de la ansiedad que
sean naturales, idealmente con cinco días de antelación para que cuando llegue
el día evento estresante no genere una respuesta, como agresividad o
indocilidad para manejarlo". Estar atentos y anticiparse en estos casos
nos evitará vivir malos ratos con nuestra mascota.