Las tasas anuales de sífilis primaria y secundaria en
Estados Unidos entre los nativos americanos y de Alaska, los nativos hawaianos
e isleños del Pacífico, y las mujeres negras, en comparación con las mujeres
blancas, han aumentado en los últimos 5 años por factores de 8, 4 y 3,5,
respectivamente.2,3,5
Junto con el aumento de los casos de sífilis en personas en
edad reproductiva,2 los casos de sífilis congénita aumentaron un 754,8% de 2012
a 2021; actualmente, 1 de cada 1.300 nacidos vivos se ven afectados.2 Dado que
estos datos reflejan sólo los casos de sífilis identificados y notificados,
probablemente representan una subestimación de la incidencia.2,6,7
Los casos de sífilis en la infancia tardía y la niñez
temprana entre niños adoptados internacionalmente o refugiados también han ido
aumentando.8 Las crecientes tasas de sífilis congénita son anteriores a la
pandemia de la enfermedad por coronavirus de 2019 (Covid-19), pero aumentaron
aún más a medida que los programas de salud pública cambiaron para responder al
Covid-19.2,5,9-13 El efecto de la sífilis no tratada en los resultados de salud
materna y neonatal es profundo: se estima que la transmisión de la sífilis de
madre a hijo cuesta 3,6 millones de dólares en años de vida ajustados por
discapacidad y 309 millones de dólares en costos médicos a nivel mundial.14-16
La sífilis congénita suele ser el resultado del pasaje
transplacentario de T. pallidum al feto durante la infección materna
diseminada.
Con menor frecuencia, la infección neonatal ocurre por
exposición a lesiones genitales sifilíticas en el momento del parto.17-25 T.
pallidum tiene un genoma pequeño con expresión limitada de proteínas de la
membrana externa, lo que hace que el organismo sea esencialmente indetectable
por el sistema inmune fetal después de la exposición, llevando a una infección
fetal persistente.20-22 El riesgo de infección congénita para el feto es del 50
al 70% en embarazos complicados con sífilis temprana, pero disminuye al 15% si
la sífilis materna se contrajo más de un año antes del embarazo.2,17-26
La transmisión puede ocurrir en cualquier momento durante el
embarazo y se cree que el riesgo de transmisión aumenta con la duración de la
exposición gestacional. Sin embargo, la estimación del riesgo puede verse
confundida por una infección previa al embarazo.17-25 Datos limitados sugieren
que la infección fetal se produce a través de una infección placentaria,
seguida de una infección del líquido amniótico, y en última instancia,
disfunción hematológica, lo que lleva a hidropesía no inmune, aunque la
verdadera secuencia sigue siendo desconocida.17
Detección en la madre
Las pruebas serológicas en la primera visita prenatal son
obligatorias en la mayoría de los estados de los Estados Unidos y son
recomendadas por las autoridades sanitarias a nivel mundial.27-29 Las
directrices sobre ITS de los Centros para Control y Prevención de Enfermedades
(CDC) recomiendan repetir los exámenes de detección durante el embarazo a las
28 semanas de gestación y en el momento del parto en mujeres que viven en áreas
de alta prevalencia; mujeres que son consideradas con mayor riesgo de contraer
sífilis debido a que tienen relaciones sexuales con múltiples parejas, sexo
junto con consumo de drogas o sexo transaccional; mujeres que reciben atención
prenatal tardía o nula; y mujeres que están encarceladas (o tienen una pareja
encarcelada) o que tienen vivienda inestable.27
Aunque no existe una definición consensuada de alta prevalencia, el 95% de los estados informó al menos un caso de sífilis congénita en 2021.2 Una historia social y sexual completa es crucial para la evaluación del riesgo individual. Sin embargo, en una amplia revisión sobre sífilis gestacional, casi la mitad de las pacientes no informaron ningún factor de riesgo,30 lo que indica que la detección basada únicamente en factores de riesgo conductuales puede pasar por alto una importante proporción de infecciones por sífilis.26,31-34
Para capturar mejor los factores de riesgo estructurales para sífilis como redes comunitarias y sexuales, se han desarrollado modelos predictivos que incorporan tasas de sífilis temprana en hombres, tasas de delitos violentos, raza o grupo étnico, urbanicidad, tamaño de la población y presencia o ausencia de un condado vecino con sífilis temprana.35,36 Estas puntuaciones de riesgo tienen una precisión variable a la hora de identificar condados de EE.UU. con un riesgo elevado de sífilis, incluyendo la sífilis congénita. Se necesita más trabajo para trasladar estos hallazgos a un uso práctico.