Desde hace más de cinco décadas se habla de la “comida
chatarra”. Este término incluye productos como golosinas, snacks salados y
dulces, sopas instantáneas, bebidas azucaradas y energéticas, hamburguesas,
salchichas y nuggets procesados, entre otros.
Ahora el consumo de ese tipo de alimentos, llamados
ultraprocesados, está bajo la lupa de los científicos porque hay pruebas
sólidas sobre sus efectos perjudiciales en la salud humana.
Pueden aumentar el riesgo de sufrir diferentes enfermedades,
desde infartos hasta depresión, y hasta acortar el tiempo de vida.
Una de las últimas evidencias preocupantes surgió de un
estudio publicado en la revista American Journal of Preventive Medicine por
investigadores de Brasil, México, Colombia, Chile, Australia y Canadá.
Estimaron que entre el 4% y el 14% de las muertes en adultos
de 30 a 69 años se podrían atribuir al consumo excesivo de los ultraprocesados,
con variaciones según el país.