El ginkgo biloba es una planta milenaria originaria de Asia,
conocida por su asombrosa longevidad y sus poderosos beneficios para la salud.
A lo largo de la historia, fue utilizado en la medicina tradicional por sus
propiedades para mejorar la circulación sanguínea y la función cerebral. A
pesar de su origen antiguo, el ginkgo sigue siendo relevante hoy en día,
especialmente en el tratamiento de afecciones cognitivas y circulatorias.
El ginkgo biloba es un árbol originario de China, conocido
por ser uno de los más antiguos del planeta, con más de 200 millones de años de
existencia. De hecho, el ginkgo es considerado un fósil viviente, ya que es la
única especie que sobrevivió de una antigua familia de plantas que alguna vez
fue mucho más diversa.
Con su característica forma de hoja en abanico y su
capacidad para adaptarse a diferentes climas, el ginkgo fue cultivado en muchas
partes del mundo, incluyendo países como Japón y, más recientemente, Argentina.
Este árbol es conocido en la medicina tradicional china y
japonesa por sus propiedades curativas. Sus hojas contienen dos compuestos
clave: flavonoides y terpenoides, los cuales tienen propiedades antioxidantes y
vasodilatadoras, respectivamente.