En los últimos años, las redes sociales se han convertido en una parte integral de nuestras vidas, y pasamos una cantidad significativa de tiempo interactuando con ellas. Sin embargo, como cualquier herramienta poderosa, su uso puede tener consecuencias tanto positivas como negativas para nuestra salud mental y bienestar. A continuación describiremos algunos aspectos clave relacionados con el efecto de las redes sociales en nuestro sistema nervioso.
La dopamina, ese mensajero químico en nuestro cerebro, desempeña un papel crucial en nuestra experiencia al utilizar las redes sociales.
Liberación de Dopamina: Cuando recibimos una notificación o un “me gusta” en nuestras publicaciones de redes sociales, nuestro cerebro automáticamente libera dopamina. Esta liberación crea una sensación de recompensa y placer. Es como recibir un pequeño premio cada vez que alguien interactúa con nuestro contenido. Esta sensación de bienestar es lo que nos motiva a seguir usando las redes sociales en busca de más interacciones, creando así un círculo vicioso de gratificación instantánea.
El Círculo Vicioso: La dopamina nos impulsa a buscar más recompensas en forma de “me gusta”, comentarios o mensajes. Cuanto más interactuamos, más dopamina se libera, y más queremos seguir participando. Es un ciclo adictivo que puede atraparnos fácilmente en el mundo digital.
Comparación Social: Las redes sociales nos ofrecen una ventana a las vidas de otras personas. A menudo, tendemos a comparar nuestras vidas con las de ellos. Esta comparación social puede afectar negativamente nuestro bienestar mental. Nuestro cerebro es susceptible a estas comparaciones, lo que puede aumentar los sentimientos de ansiedad, depresión y baja autoestima.
Adicción a las Redes Sociales: El uso excesivo de las redes sociales puede llevar a una adicción comportamental. El cerebro de una persona adicta a las redes sociales puede experimentar cambios similares a los observados en personas con adicciones a sustancias psicoactivas. Por ejemplo, puede haber una reducción del volumen de la materia gris en áreas importantes del sistema nervioso, área donde se producen las sinapsis o conexiones entre nuestras neuronas.
Las investigaciones con neuroimagenes han demostrado que las redes sociales activan varias áreas del cerebro:
Núcleo Accumbens: Esta área está involucrada en la recompensa y la motivación. Se activa especialmente con recompensas inesperadas, como recibir un “me gusta” inesperado en una publicación.
Corteza Prefrontal: Esta región está relacionada con la toma de decisiones, la planificación y el control de impulsos. El uso excesivo de las redes sociales puede afectarla, llevando a decisiones impulsivas y dificultad para controlar el tiempo en estas plataformas.
Amígdala: Esta área está vinculada a las emociones, como el miedo y la ansiedad. Se activa cuando experimentamos el “miedo a perderse algo”, común entre los usuarios de redes sociales que temen perderse experiencias importantes.
Además de la adicción y el efecto negativo de la comparación social, las redes sociales pueden alterar la atención y la memoria: el uso excesivo afecta la atención sostenida y la memoria a corto plazo debido a la distracción constante y la sobrecarga de información.
Espero que esta nota te ayude a comprender mejor cómo las redes sociales influyen en nuestra mente y cómo podemos mantener un equilibrio saludable en su uso. ¡Recuerda siempre cuidar tu bienestar mental mientras navegas por el mundo digital!
María Romera
Médica Cardióloga, Miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología