El psoas, un músculo profundo que conecta la columna
vertebral con las piernas, podría ser el responsable de muchos casos de dolor
lumbar que suelen atribuirse a otras causas.
Este músculo, que forma parte del grupo de los flexores de
la cadera, desempeña un papel crucial en la estabilización de la zona lumbar y
en casi todos los movimientos cotidianos, como sentarse, caminar o agacharse.
Sin embargo, su debilitamiento o tensión excesiva puede generar molestias
difíciles de diagnosticar.
El psoas es el único músculo que conecta la caja torácica
con las piernas, lo que lo convierte en un elemento esencial para el equilibrio
y la movilidad. Aimee Lake, fisioterapeuta especializada en salud pélvica,
explicó a National Geographic que este músculo también está vinculado al
diafragma a través de la fascia, un tejido que sostiene músculos, huesos y órganos,
lo que significa que conecta la respiración con el movimiento.
Sin embargo, factores como el envejecimiento y el
sedentarismo pueden afectar su funcionalidad, provocando dolor en la espalda,
las caderas o la ingles.
Los expertos consultados por National Geographic detallan
que, a partir de los 30 años, las personas pierden entre un 4% y un 6% de la
masa muscular del psoas por década, una disminución que se acelera en los
hombres después de los 60 años.
Pero no solo el envejecimiento afecta este músculo.
Permanecer sentado durante largos periodos, una práctica común en la vida
moderna, puede acortar y debilitar el psoas, lo que genera tensión en la
columna vertebral y provoca dolor lumbar.