Los gatos se destacan por ser territoriales, por lo que a veces pueden adoptar ciertos comportamientos para establecer su dominancia social. Esto puede manifestarse en conductas que los humanos pueden terminar interpretando como celos.
“Los gatos son
conocidos por su marcado sentido territorial. Convivimos con ellos en un
entorno donde ellos se sienten superiores a nosotros. Pueden experimentar celos
hacia su dueño si alguien nuevo llega a casa o si se introduce un nuevo animal
en el hogar”, comenta Angélica Ruales, médica veterinaria integrativa y
especialista en medicina interna.
La veterinaria
relata el caso de una mujer que tenía un gato en casa. Cuando el novio de la
dueña empezó a convivir con ellos, el felino comenzó a marcar su territorio
orinando en la ropa y objetos que pertenecían a la pareja de la propietaria.
“Esto es un ejemplo de celos expresados a través del marcaje territorial”,
aclara la experta.
“Los gatos son
muy claros al marcar su territorio. Muchos veterinarios hemos enfrentado
situaciones difíciles por esto. Durante consultas, algunos gatos nos olfatean
y, cuando detectan celos, pueden mostrarse agresivos, atacar e incluso orinar
la ropa de las personas. Esta es su forma de indicarnos que perciben una
alteración en la jerarquía y en la propiedad”, añade la veterinaria.
Entre las
principales razones que pueden desencadenar celos en los gatos se encuentran:
la llegada de una nueva mascota al hogar, la presencia de personas nuevas o la
detección de olores de individuos o animales desconocidos. “Los olores de
desconocidos pueden llevarlos a percibir la presencia de otros animales, además
de los humanos”, explica la experta.