La antigua práctica japonesa de la "sanación
energética" del reiki podría ayudar a algunos pacientes de cáncer a lidiar
con el dolor que puede conllevar las terapias de infusión, muestra una
investigación reciente.
"Los pacientes ambulatorios que recibieron reiki
durante la infusión reportaron mejoras clínicamente significativas en todos los
síntomas, altos niveles de satisfacción y una experiencia de curación
cualitativamente positiva", informó un equipo dirigido por Natalie Dyer,
de Connor Whole Health de los Hospitales Universitarios de Cleveland.
Su equipo publicó sus hallazgos en una edición reciente de
la revista Journal of Pain and Symptom Management.
La Clínica Cleveland señala que el reiki "tiene sus raíces en las antiguas prácticas curativas japonesas y se considera una forma de curación energética. Proviene de las palabras japonesas 'rei', que significa universal, y 'ki', que significa energía vital de la fuerza vital".
La teoría detrás del reiki es que todas las personas tienen
una fuerza vital y un maestro de reiki (un practicante entrenado en reiki)
puede canalizar la "energía de la fuerza vital universal" hacia ti,
ya sea tocándote ligeramente con las manos o colocando sus manos sobre ti,
"canalizando" la energía de manera saludable.