Por María Romera - Médica Cardióloga, Miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología
El 31 de mayo se celebra el DIA MUNDIAL SIN TABACO, reconocido oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1987. Esta efeméride tiene como objetivo afianzar el compromiso global en esta lucha, disuadir a las personas sobre el consumo del tabaco en todas sus formas y concienciar sobre sus efectos nocivos y letales.
El tabaquismo es un problema de salud global que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las tasas de consumo de tabaco entre la población adulta han disminuido a nivel mundial, pero aún hay 1250 millones de fumadores.
El noveno informe de la OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo destaca que muchos países han avanzado en la lucha contra el tabaco, pero se deben acelerar los esfuerzos para proteger a las personas de los daños del tabaco y la exposición al humo2. En Argentina, la ley antitabaco ha contribuido a reducir el consumo, pero sigue siendo un desafío de salud pública.
En Argentina, la prevalencia de fumadores adultos es significativa, y se estima que alrededor del 22% de la población consume tabaco. Aunque las tasas de consumo han disminuido, aún persiste como un desafío importante.
La nicotina, presente en los productos del tabaco, es altamente adictiva. Aunque por sí sola no causa cáncer ni es excesivamente dañina, expone a las personas a los efectos extremadamente perjudiciales de la dependencia del tabaco. Fumar está relacionado con enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón, boca, estómago, riñón y vejiga. Además, otros componentes del tabaco, como el alquitrán y los productos químicos tóxicos, también contribuyen a los efectos negativos en la salud. Detallamos solo algunos de los multiples daños que provoca:
Arterioesclerosis: El tabaquismo provoca la disfunción y enfermedad de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que disminuye el flujo sanguíneo y el oxígeno que llega a los tejidos.
Cardiopatía coronaria: El consumo de tabaco afecta el flujo sanguíneo y puede provocar la formación de trombos en las arterias coronarias, aumentando el riesgo de enfermedad cardíaca
Accidentes cerebrovasculares (ACV): El tabaquismo también contribuye deteriorando los vasos que irrigan el cerebro, aumentando la probabilidad de formación de coágulos y reduciendo el oxígeno cerebral.
Hipertension arterial: El engrosamiento, calcificación y alteración de la función de los vasos sanguíneos debido al tabaco puede elevar la presión arterial.
Alteraciones en la circulación periférica: Los vasos sanguíneos más alejados del corazón, como las extremidades, pueden verse afectados, causando la necrosis o muerte de tejidos.
Bronquitis crónica y enfisema pulmonar: La irritación permanente del humo del tabaco inflama las vías respiratorias alterando los mecanismos habituales de defensa que estas tienen contra las infecciones.
Bronquitis crónica y enfisema pulmonar: esta irritación por la presencia de humo, aumenta la producción de moco, rompe las estructuras del pulmón (alveolos) y reduce la elasticidad pulmonar. Todo esto disminuye la capacidad del pulmón de realizar adecuadamente el intercambio de oxigeno.
Cáncer de pulmón, laringe y cavidad oral: El tabaquismo aumenta significativamente el riesgo de desarrollar estos tipos de cáncer.
Otros cánceres provocados por el uso crónico del tabaco: cáncer de vejiga, riñón, esófago, páncreas y otros.
Otras alteraciones: El tabaquismo puede causar úlceras gástricas, problemas de fertilidad, alteraciones en la piel, disminución del sentido del gusto y del olfato, entre otros.
En Argentina, la Ley 26.687 regula la publicidad y el consumo de productos elaborados con tabaco. Esta ley a contribuido ampliamente a el descenso, aunque leve, del Tabaquismo en nuestro país. La misma determina, entre otras cosas:
Está prohibida la publicidad y promoción de productos de tabaco en espacios públicos, medios de comunicación y vía aérea. Existen excepciones, como la publicidad en lugares de venta y para personas mayores de 18 años, siempre con advertencias sobre los riesgos para la salud.
Los envases deben incluir imágenes y mensajes que describan los daños del tabaco y promuevan el servicio gratuito para dejar de fumar.
La venta de tabaco está prohibida en lugares como escuelas, establecimientos de salud y medios de transporte público. No se puede vender tabaco a menores de 18 años
Está prohibido fumar en lugares de trabajo cerrados y lugares cerrados de acceso público.
Para quienes desean dejar de fumar, existen seis tratamientos farmacológicos eficaces en Argentina. Estos incluyen terapias de reemplazo de nicotina (parches, goma de mascar, pastillas), vareniclina y bupropión. Además, la consejería de profesionales de la salud es fundamental para aumentar la tasa de éxito. Es muy importante evitar productos sin evidencia de eficacia, como los cigarrillos electrónicos.
El tabaquismo sigue siendo un desafío global, pero las políticas antitabaco y los tratamientos aprobados ofrecen esperanza para quienes buscan dejar de fumar y mejorar su salud.