Cada 7 de junio se conmemora el Día Mundial del Síndrome de
Tourette, una fecha que busca generar conciencia sobre esta condición
neurológica que afecta a niños, adolescentes y adultos en todo el mundo.
Gracias a los avances de las neurociencias, hoy es posible
comprender mejor el trastorno, intervenir de forma temprana y ofrecer
herramientas que favorezcan una mejor calidad de vida y mayor inclusión para
quienes lo padecen.
Gracias a los avances en neuroimagen, neuropsicología y
terapias conductuales, actualmente es posible ofrecer abordajes más precisos y
personalizados que permiten reducir la interferencia de los síntomas en la vida
cotidiana.
“Comprender el Tourette desde una perspectiva
neurocientífica permite intervenir con mayor precisión y empatía. No se trata
solo de controlar tics, sino de abordar el impacto emocional, social y escolar
que estos generan”, explica el doctor Blas Couto, médico neurólogo del
Departamento de Neurología de INECO y del Instituto de Neurociencias de Fundación
Favaloro.
Además, se destaca el valor del enfoque interdisciplinario
para acompañar no solo a quienes tienen el diagnóstico, sino también a sus
familias, docentes y entorno cercano, brindando herramientas para favorecer la
comprensión y disminuir los prejuicios.