
El sentido del gusto de los gatos es menos desarrollado que el de los humanos. Mientras estos últimos
tienen alrededor de 9,000 papilas
gustativas, los gatos solo poseen 470 papilas, lo que significa que su
sentido del gusto no es tan refinado.
Esto se debe en parte a que los gatos son carnívoros
obligados, es decir, su dieta está
compuesta principalmente por carne, y no necesitan una amplia variedad de
sabores para identificar los nutrientes esenciales.
El gusto también juega un papel en la selección de alimentos. Los gatos pueden rechazar alimentos que no les resulten agradables o que no estén frescos, lo que está relacionado con su instinto de evitar sustancias potencialmente peligrosas.
Además, su sentido del gusto trabaja en conjunto
con el olfato, ya que los gatos dependen de ambos sentidos para evaluar la
calidad y frescura de los alimentos.
Al entender cómo perciben el mundo, podrás responder mejor a
sus necesidades, asegurándote de ofrecerles un entorno seguro, estimulante y saludable.
Como dueño de un gato, es esencial que estés atento a las señales que su cuerpo y sus
sentidos te envían. Desde su alimentación hasta su espacio personal, cada
aspecto de su vida puede beneficiarse de un enfoque más consciente y adaptado a
sus características únicas.