
Darle medicamento a un gato puede ser una tarea desafiante
para muchos dueños de mascotas. Los gatos, conocidos por su naturaleza
independiente y a veces esquiva, suelen ser reacios a tomar medicinas.
Sin embargo, con los métodos
correctos y una actitud calmada, es posible administrar los medicamentos
necesarios sin causar estrés ni a ti ni a tu felino.
Antes de intentar darle medicamento a tu gato, es fundamental comprender el tipo de medicina
que necesita y la mejor forma de administrarla. No todos los medicamentos
son iguales, y el enfoque que debes tomar puede variar según si es en forma de
pastilla, líquido, o tópico.
Las pastillas son uno
de los formatos más comunes de medicamentos para gatos, pero también pueden
ser los más difíciles de administrar. Algunos gatos rechazan cualquier cosa que
no tenga el sabor y la textura de su comida habitual, lo que hace que darles
una pastilla sea un reto.
Una pastilladora es una herramienta útil que te permite colocar la pastilla en la garganta del gato sin que tengas que poner tus dedos en su boca. Esta herramienta minimiza el riesgo de que te muerdan y aumenta las probabilidades de que el gato ingiera la pastilla correctamente.
Sujeta suavemente la cabeza de tu gato por la parte superior del
cráneo, inclinándola ligeramente hacia atrás.
Introduce la pastilla en la boca del gato y empuja la pastilla hacia el
fondo de la garganta.
Cierra la boca del gato y acaricia su garganta para estimular la
deglución.
Si el medicamento viene en formato líquido, puedes intentar
mezclarlo con una pequeña cantidad de comida
húmeda. Es importante usar solo una pequeña porción para asegurarte de que
tu gato consuma todo el medicamento junto con la comida.
Este método es efectivo para gatos que son menos
quisquillosos con su comida, pero no todos los felinos se dejarán engañar.