
Las almohadillas de los perros son una parte fundamental de
su anatomía. No solo les proporcionan amortiguación
y protección, sino que también les ayudan a regular la temperatura y a
mantener estabilidad al caminar sobre diversas superficies. Cuidarlas adecuadamente
es esencial para garantizar el bienestar y la comodidad de tu mascota.
Las almohadillas plantares de los perros cumplen varias
funciones importantes.
En primer lugar, actúan
como una barrera protectora contra terrenos hostiles, como el asfalto
caliente, superficies heladas o caminos pedregosos.
Absorben el impacto
de cada paso, protegiendo las articulaciones y huesos de las patas. Otra
función esencial es proporcionar tracción, evitando resbalones en suelos
resbaladizos.
Las almohadillas también ayudan en la termorregulación. Aunque los perros regulan su temperatura
principalmente a través del jadeo, las almohadillas contienen glándulas
sudoríparas que les permiten disipar el calor en cierta medida.
Sin embargo, son áreas sensibles y susceptibles a lesiones,
por lo que requieren cuidados especiales.
¿Cómo evitar heridas y quemaduras en las almohadillas?
Uno de los problemas más comunes en las almohadillas de los
perros es la aparición de heridas o
quemaduras, especialmente cuando caminan sobre superficies extremas.
En verano, el asfalto caliente puede alcanzar temperaturas
que queman las almohadillas en cuestión de minutos. Para evitar esto, es
recomendable sacar a pasear a tu perro en horarios donde el suelo esté más
fresco, como temprano en la mañana o al anochecer.
En invierno, el frío extremo, la nieve y la sal para
derretir el hielo pueden causar grietas y resequedad en las almohadillas. Si
vives en una zona con temperaturas muy bajas, puedes considerar el uso de botas
protectoras para evitar lesiones. Además, es importante mantener las
almohadillas limpias y libres de suciedad que pueda provocar infecciones.
Otro punto clave es evitar terrenos con objetos punzantes,
como cristales rotos o piedras afiladas. Si notas que tu perro cojea o lame
excesivamente sus patas, revisa sus
almohadillas en busca de cortes, quemaduras o heridas.