La consulta sobre si es preferible comer antes o después de
entrenar sigue generando debate entre quienes buscan optimizar su rendimiento y
salud.
Especialistas consultados por Prevention coinciden en que el
momento de la alimentación puede influir en la energía disponible, la
recuperación muscular y el bienestar general, aunque no existe una regla única
que funcione para todos los casos. Escuchar al propio cuerpo y adaptar la
estrategia a las necesidades individuales resulta fundamental para conseguir
los mejores resultados.
El momento en que se ingieren los alimentos en relación al
ejercicio impacta directamente en el desempeño físico y la recuperación
posterior. Para los expertos consultados por Prevention, lo más recomendable
suele ser consumir alimentos entre 30 minutos y dos horas antes de entrenar,
aunque la sugerencia final depende de las sensaciones y tolerancia de cada
persona.