Un simple tazón de avena puede transformar la percepción
sobre el desayuno saludable y aportar beneficios concretos a la rutina diaria.
Diversos expertos destacan, en revisiones y guías alimentarias, cómo este
cereal influye de manera positiva en la saciedad, los hábitos alimenticios y el
bienestar general.
Desde una visión basada en la evidencia, la avena aporta
cinco gramos de proteína y cuatro gramos de fibra por taza, sumando minerales
como fósforo y magnesio.
Según reportaron expertos de Prevention, la Harvard T.H.
Chan School of Public Health señala que la avena contiene fibra soluble
(beta-glucano), la cual se asocia con la reducción del colesterol LDL, la
mejoría del control glucémico y la disminución del riesgo cardiovascular.
Según esta institución, incluir avena en el desayuno
propicia una mayor sensación de saciedad, lo que reduce la probabilidad de
consumir excesivas calorías a lo largo del día y ayuda al control del peso
corporal.