Perros pueden presentar daño en sus articulaciones a partir
del primer año de vida
La osteoartritis
provoca cojera, dolor y menor movilidad. Para retrasar la enfermedad, se
sugiere evitar el sobrepeso y suministrar suplementos que protejan la
articulación.
Perros de talla
grande como pastor alemán, labrador, golden y boxer pueden manifestar a
partir de su primer año de vida signos de osteoartritis canina, es decir, un deterioro de sus articulaciones en codos y
rodillas de sus patas o en las caderas que es progresivo y cuyos primeros
síntomas son la cojera y la reducción de movimientos.
"En humanos, el daño en articulaciones por desgaste del cartílago
ocurre al avanzar la edad, pero en perros se manifiesta precozmente. Según
estudios veterinarios, alrededor de un 25% de los perros a partir del año
presenta signos de osteoartritis, y cuando tienen 8 años la prevalencia sube a
80%", explica Catherine Soto, médico veterinario de Laboratorio
Drag Pharma.
La principal causa es
genética, pues se presenta tempranamente en razas de perro de talla grande
o gigante donde es frecuente la displasia de cadera o codo de las patas
delanteras, una malformación articular que produce un desgaste prematuro del
cartílago y otros tejidos conectivos de la articulación.
El tutor se dará
cuenta que su perro tiene signos osteoartritis cuando comienza a cojear, no
salta para recibirlo cuando regresa al hogar, se mueve menos, no quiere ir a la
plaza, no corre con entusiasmo tras la pelota, evita subir escaleras y se mueve
de manera más rígida debido al dolor que le produce el movimiento.
Evite que suba de
peso
"Cuando un tutor
adopta un perro de talla grande debe incorporar medidas para cuidar las
articulaciones de su mascota y retardar o enlentecer el avance de esta
enfermedad que es progresiva", dice Soto.
La experta aconseja evitar que el perro engorde, para no
sobrecargar la articulación.
Para esto, hay que administrar el alimento extrusado o
seco en las porciones que indica el envase según los kilos de peso del animal. Y
escoger alimentos de alto valor nutricional y con proteínas de calidad, que
desarrollen su musculatura para dar soporte a las articulaciones de sus patas.
Asimismo, tempranamente a partir del primer año de vida en
perros de talla grande, es aconsejable suministrar suplementos alimenticios
llamados "condroprotectores", que retardan el deterioro del cartílago
y otros tejidos de la articulación. Hoy
existen suplementos que contienen colágeno, condroitina, glucosamina, ácido
hialurónico, vitamina C, metilsulfonilmetano y manganeso, que ayudan a
correcto mantenimiento y reparación del cartílago, reducir el dolor y mejorar
la movilidad, como Osteodrag HA.
En el caso de estos perros, la actividad física debe ser
dosificada o limitada. "Hay que
pasearlo con correa para que sea un ejercicio controlado, y evitar llevarlo a
correr al cerro o inscribirlo en actividades de agility", advierte.
En perros propensos a
desarrollar osteoartritis es aconsejable adaptar el ambiente hogareño. Si
el tutor desea dormir con su perro, puede poner escaleritas al lado de su cama,
para que el can suba y baje sin dificultad ni riesgo de que salte,
especialmente cuando es joven e inquieto.
También se aconseja
evitar que suba escaleras que sometan a un estrés y fuerza la articulación
de sus rodillas, por lo que es aconsejable dejar su cama en un primer piso del
hogar.