Deberás llevar a tu perro o gato al veterinario en los
siguientes casos:
Cuando la diarrea
curse con muchas defecaciones por día.
Cuando la mascota
deje de beber o esté muy deprimida y no quiera levantarse para nada.
Si la diarrea dura
más de un día o presenta un color extraño.
Si la mascota deja de
orinar o lo hace en cantidades pequeñas.
Si la diarrea
contiene sangre, en cualquier cantidad.
Si crees que el perro
o gato puede haber ingerido algo extraño no comestible o puede haber
sufrido una intoxicación.
Si notas su cuerpo
más frío o más caliente de lo habitual.
Mientras tu mascota
tenga diarrea, y a la espera de tomar la decisión de acudir al veterinario
según su evolución o el estado del animal, asegúrate
de que tiene agua a su alcance en todo momento, puesto que la diarrea le
hará perder líquidos y minerales en grandes cantidades y podría llegar a
deshidratarse.
¿Qué debo hacer en
caso de diarrea en cachorros?
En el caso concreto
de los gatitos y los cachorros, dado que su sistema inmunitario todavía
está en desarrollo y que, por lo tanto, son más susceptibles a los cambios
ambientales, y sobre todo a los dietéticos, las diarreas no suelen resultar tan preocupantes, aunque sí será aconsejable llevarlos al veterinario para
descartar posibles trastornos de fondo, sobre todo por parásitos en
cachorros o de tipo vírico cuando el animal todavía no haya recibido todas las
vacunas de los primeros meses de vida.
Recomendaciones para
evitar diarreas en mi perro o gato
Para evitar diarreas, en casa podemos aplicar algunas
recomendaciones, como realizar los
cambios de alimentación y ambientales de forma muy progresiva. Así, el
perro o gato podrá acostumbrarse poco a poco a las nuevas situaciones y a los
nuevos ingredientes de su alimento. Asimismo, también es buena idea consultar al veterinario la conveniencia de
administrar probióticos en algunas situaciones que puedan favorecer la
aparición de diarreas como consecuencia del estrés.
Por último, y no menos importante, si observamos que nuestras
mascotas tienen tendencia a sufrir diarreas en situaciones de estrés, sobre
todo en el caso de los gatos, deberemos prevenir el problema favoreciendo
entornos tranquilos y aplicando los cambios de la forma más gradual posible.