Tania Segovia,
estilista canina con una dilatada experiencia, nos señala aspectos fundamentales para el cuidado del pelaje de nuestro
perro. En esta oportunidad aborda las claves
en la mantención en un mundo donde el mercado de los productos cosméticos y
herramientas de peluquería han evolucionado para simplificar esta importante
tarea.
Frecuencia: Cepillar a su perro, al menos, 3 veces a la
semana, aplicando algún producto desenredante para no dañar el manto.
No cualquier cepillo
sirve: Para cada tipo de manto existen
diversas herramientas, como rasquetas
y/o cepillos, peinetas, deslanadores, entre otros.
Antes de bañar en
casa: Revisar si hay presencia de
nudos y, de ser así, eliminarlos con
la rasqueta o peineta adecuada. De lo contrario, el baño podría apretar
esos nudos y no permitir el enjuague y secado óptimo para pelaje y piel.
Nudos: En caso de
que el perrito tenga nudos o motas por todo su cuerpo, es recomendable recurrir a un profesional de la estética canina.
Oídos: Por otro
lado, como tutores, es muy importante
observar los oídos. En algunos casos, podemos
estar en presencia de alguna otitis y, de ser así, lo recomendable es acudir a su veterinario. En el caso de
la zona del lagrimal que se encuentre sin secreciones oculares, pueden ser
limpiadas a diario por nosotros en casa.
Uñas: Las uñas
son muy importantes, ya que son el apoyo
de nuestros amigos de cuatro patas. Las uñas largas pueden afectar el caminar y hasta deformar las falanges de nuestro can.
IMPORTANTE: No todos los mantos se deben cortar o
rasurar (por ejemplo: mantos de doble capa como el Pastor Alemán,
Golden Retriever, Pomerania, Pug, entre otros). ¿Por qué? Porque cumplen un rol en la protección de la piel
y en la regulación de la temperatura, asimismo, en muchas ocasiones ese pelaje
no se regenera.