Para mejorar la comunicación con un gato y fortalecer el
vínculo con él, es recomendable adoptar un tono de voz más agudo y suave, con
variaciones melódicas y palabras repetidas.
Según los expertos, esto facilita que el animal asocie
ciertos sonidos con experiencias positivas, como la hora de la comida o
momentos de juego y cariño, además de que le proporciona una sensación de
seguridad y confianza en su entorno.
Resulta que, al igual que ocurre con los bebés humanos, los
gatos pueden reconocer patrones en la forma en que nos dirigimos a ellos, lo
que les ayuda a interpretar nuestras intenciones y a reaccionar de manera más
receptiva.
De esta manera, comprender cómo perciben el mundo y adaptar
nuestra forma de hablarles puede hacer que los gatos se sientan más cómodos y
dispuestos a interactuar con sus dueños.