La vuelta a clases requiere, además de tener la mochila,
cartuchera, materiales y el delantal o uniforme listo, gozar de buena salud. Y
para ello, es necesario pasar antes por el médico para obtener el certificado
de apto físico al día.
Las revisaciones clínicas no deben saltearse ya que gracias
a ellas, es posible detectar tempranamente situaciones que puedan afectar el
bienestar físico, psíquico y social de niños y adolescentes.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), el médico
Fernando Burgos, comentó que primero se debe chequear si los chicos y
adolescentes tienen el carnet de vacunas al día. “Deben tener los esquemas
completos”, resaltó. Además, informó que los niños deberían acceder a un examen
clínico a cargo de un profesional de la pediatría.
“El comienzo del ciclo escolar es una etapa de adaptación
tanto para los niños como para las familias. Después de las vacaciones, es
importante reordenar progresivamente los horarios, especialmente los del sueño,
para que los chicos lleguen al aula descansados y con energía para aprender.
Ajustar la rutina con anticipación facilita una transición más tranquila y
evita el cansancio excesivo en los primeros días de clases”, sostuvo Burgos.
Y agregó: “La alimentación también juega un rol fundamental
en el rendimiento escolar. Un desayuno completo y equilibrado les proporciona
la energía necesaria para comenzar el día. Además, es clave planificar viandas
saludables, con frutas, cereales y proteínas, evitando el exceso de
ultraprocesados y azúcares. Dado que aún persisten las altas temperaturas, es
esencial que los chicos lleven protector solar y repelente de insectos, además
de mantenerse bien hidratados durante la jornada escolar”.