Pasada la Navidad -y los excesos habituales que conlleva-,
en los días previos a los festejos de Año Nuevo muchas personas recurren a las
dietas detox como una solución popular para “depurar el organismo”.
Sin embargo, los especialistas coinciden en que este tipo de
planes alimentarios no sólo carecen de respaldo científico sólido, sino que
también pueden ser perjudiciales.
“Las dietas detox son una solución simplista a un problema
complejo. Promueven una mentalidad de ‘todo o nada’, cuando la verdadera salud
se construye con hábitos sostenibles, no con extremos que perpetúan ciclos de
culpa y descontrol”.
Marianela Aguirre Ackermann es médica especialista en
Medicina Interna y Nutrición (MN 151.867), magister en diabetes e integrante
del Grupo de Obesidad de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) y consideró
que “estas dietas suelen ser restrictivas, monótonas y prometen resultados poco
realistas, lo que puede llevar a desbalances nutricionales, efecto rebote y una
relación poco saludable con la comida”.
La premisa detrás de estas dietas se basa en la idea de que
el organismo necesita ayuda externa para eliminar toxinas acumuladas tras los
excesos. Pero, según explicó Aguirre Ackermann, esto es un mito.
“Nuestro cuerpo tiene mecanismos naturales altamente eficientes, como el hígado, los riñones, el sistema digestivo y la piel, que trabajan constantemente para eliminar toxinas. Consumir alimentos específicos o seguir planes detox no acelera ni mejora este proceso de forma significativa”.