A la hora de adoptar un gatito en el hogar, su dueño tiene
que informarse de todas las necesidades que tendrá el animal a lo largo de su
vida.
En el caso de los siameses, debe tener en cuenta una cosa:
que estos pueden cambiar de color alguna extremidad del cuerpo y, lejos de
tratarse de un inconveniente, tiene una explicación.
Muchas son las variedades de razas de felinos que existen en
el planeta y cada una de ellas posee características que las distingue del
resto, como el pelaje, el tamaño, la personalidad y su color, entre otras
cosas.
En el caso de los gatos siameses, según el sitio
especializado Purina, son largos y ágiles, afectuosos y sociables, y son
capaces de adaptarse sin problemas en un entorno familiar, sobre todo, si lo
entretienen con juegos. Sin embargo, hay una característica que pocos conocen
de ellos y es que cambian el color de su pelaje a medida que crece, durante los
primeros meses.
Según National Geographic, los gatos siameses cambian de
color por patrones conocidos como “puntos”, que se destacan sobre su cuerpo
color crema. “
Estos puntos característicos se deben a una mutación
genética conocida como gen del Himalaya, que se descubrió en la raza en 2005.
Este gen recesivo, transmitido por ambos progenitores, también confiere a los
felinos un pelaje sensible a la temperatura que puede cambiar de color”,
indicaron.
Asimismo, explicaron que los siameses desarrollan una
temperatura de 38 grados, pero una vez que nacen, los siameses, que son
completamente blancos, sufren el frío en las extremidades del cuerpo, es decir,
en la cola, las orejas, la cara y las patas.
Entonces, estas temperaturas hacen que el gen himalayo
active la melanina del cuerpo, un pigmento que también se encuentra en las
personas.