Más allá de
simplemente sentir el llamado de la naturaleza, el aullido de tu mejor amigo es
una forma de expresión que puede tener diferentes propósitos. Comprender la
razón detrás de su aullido te permitirá entender mejor qué le sucede a tu
mascota y cómo puedes ayudarla si es necesario.
Es común que
asociemos los aullidos con situaciones negativas debido a su similitud con
el sonido de los lobos, que a menudo evoca peligro. Sin embargo, el aullido de un perro no siempre indica algo malo ni
es exclusivo de los lobos. Algunas razas
de perros más antiguas, como el Akita, Shiba Inu, Malamut o Husky, tienen una tendencia inherente a aullar con
más frecuencia. Esto se debe a su estrecha relación genética con los lobos
y a la preservación de comportamientos ancestrales, como la comunicación en
manadas o la defensa territorial.
El análisis del aullido en los perros ha sido objeto de
estudio por parte de expertos como la etóloga Fanni Lehoczki, quien el año
pasado presentó un estudio sobre este comportamiento canino. Su investigación,
publicada en «Nature», se propuso desentrañar el misterio detrás de este
singular sonido y entender por qué algunos perros aúllan mientras que otros no.
Lehoczki y otros estudios previos han
arrojado luz sobre las diversas causas que pueden llevar a un perro a aullar.
Lehoczki y su equipo
llevaron a cabo un estudio con 68 perros de pura raza, exponiéndolos a
grabaciones de aullidos de lobos y registrando sus respuestas. Descubrieron
que las razas genéticamente más cercanas
a los lobos eran más propensas a responder con aullidos, mostrando signos de
estrés en comparación con las razas menos relacionadas con los lobos.
En el entorno
doméstico, donde la estructura de manada es menos relevante, el aullido
puede haber perdido algunas de sus funciones primarias. Aun así, para muchos perros, especialmente aquellos
con ancestros más cercanos a los lobos, el aullido sigue siendo una forma de
expresión emocional y social.
En resumen, el aullido de los perros puede ser una
forma de comunicación heredada de sus ancestros, pero su significado y función
pueden variar según el contexto y la genética de cada individuo. Ya sea como
una llamada a la manada, una expresión
de emoción o un intento de comunicarse con sus humanos, el aullido sigue siendo
un misterio fascinante en el mundo canino.