A pesar de la creencia común
de que los parásitos son un problema de meses cálidos, el frío no los elimina, por lo
que la desparasitación de nuestros animales resulta aún más necesaria para
prevenir enfermedades zoonóticas.
Con la llegada del invierno, el cuidado y protección de nuestros
animales toma una importancia especial. Y es que el aumento del tiempo
dentro de la casa o en espacios con menor ventilación, genera ciertos riesgos
que podemos prevenir con la administración de antiparasitarios a perros y
gatos.
Francisca Reyes, médico
veterinario de Virbac, sostiene que muchos
parásitos internos pueden sobrevivir y prosperar en ambientes interiores
cálidos, pese a las bajas temperaturas de la época. "Incluso sus huevos y larvas pueden resistir las bajas
temperaturas en el exterior, convirtiendo la desparasitación regular en una
medida esencial para la salud de perros y gatos durante esta estación",
recalca.
En ese sentido, la
especialista enfatiza en que la desparasitación interna resulta aún más
necesaria, ya que no solo protege a las mascotas de enfermedades gastrointestinales,
pérdida de nutrientes y otros problemas de salud, "sino que también
previene la transmisión de ciertos parásitos a los humanos, que es fundamental
para la salud pública del país".
"Algunos tutores optan
por cubrir el comprimido con la carne,
pollo o mantequilla de maní para facilitar su administración, sin tener un
resultado positivo. Sin embargo, existen
antiparasitarios internos de amplio espectro, que ya vienen recubiertos con
hígado de aves, lo que los hace especialmente atractivos para perros y gatos.
Esto simplifica su administración y reduce significativamente el estrés tanto
para la mascota como para su tutor", explica la médico veterinaria.
Además, Reyes recalca que
los tutores deben administrar el antiparasitario adecuado, dependiendo del peso
de la mascota, leer las indicaciones de uso y siempre, seguir las
recomendaciones de un médico veterinario.
Proteger a nuestras mascotas de
los parásitos internos durante el invierno es un acto de responsabilidad que
contribuye a su bienestar general y a la salud de todo el hogar.