Milo es un Jack Russell Terrier astuto y curioso, blanco con
manchas marrones, que cumple un papel crucial en la trama y agrega un toque aún
más cómico al guion del film. Dirigido por Chuck Russell, el relato se enfoca
en la relación cómplice y confidente del protagonista con su dueño. La pequeña
raza demostrará su máxima lealtad frente al caos generado por la máscara verde
que le permite a Stanley Ipkiss mostrar todo el amor y la locura que tiene
reprimidas.
No se trata de una casualidad el hecho de que hayan elegido
a un Jack Russell para protagonizar el film debido a que son perros con
inclinación a ser entrenados, a los que les encanta ser útiles para sus dueños,
de los que actúan un poco como guardaespaldas ya que tienen la necesidad de
protegerlos. Esta raza nació como cazadora de zorros, aunque, actualmente, solo
se concibe al Jack Russell como un perro de compañía que conserva rasgos de
agudeza mental que lo hacen más que único.
Sin embargo, para Max, el verdadero nombre de Milo, el camino a la fama resultó solo en un único gran éxito: The Mask. La mascota, que tenía cinco años cuando filmaron la película, se destaca especialmente en las escenas en las que utiliza la máscara y se convierte en un perro arrollador que lucha contra los villanos de la historia para defender a su dueño. Según cuentan en IMDb, para que Max alcanzara sus objetivos, su entrenador le daba Fig Newtons, una golosina canina que amaba desde que era cachorro.