Ayer, primero de agosto, se conmemoró el Día Nacional de la Equinoterapia. Esta importante fecha fue seleccionada
mediante una votación conjunta con 240 centros del país, en la que se determinó
reconocer el día en que se llevó a cabo el primer Congreso de Equinoterapia en la Argentina, el 1 de agosto de 2005 en la Sociedad Rural.
La equinoterapia es un tratamiento que usa los
movimientos de un caballo para lograr las respuestas deseadas en una persona,
en función de su discapacidad. En
nuestro país se utiliza hace más de 40 años, obteniendo excelentes resultados, por lo que cada vez hay más centros a lo
largo y ancho del territorio nacional, y más médicos y terapeutas
la recomiendan.
En la semana de la equinoterapia, María Emilia Bianco, presidente de la Fundación Huellas de Bahía Blanca, quien además trabaja desde 1998 con personas con discapacidad, dialogó con Rubén García en Me Gusta 98.3, y dijo: “Resumidamente, es una disciplina y, como dice la palabra, una terapia, complementaria a las tradicionales, que busca mejorar la calidad de vida de las personas a través del vínculo con los caballos. Incluye lo terapéutico y lo deportivo, como la equitación adaptada”.
“En la fundación
abordamos todo tipo de condiciones en niños, adolescentes y adultos, ya sea
personas con algún tipo de discapacidad o que están atravesando una condición
particular. Si bien la mayoría de las personas que concurren son niños con
discapacidad, quiero aclarar que no trabajamos sólo con ellos”, agregó Bianco.
Sobre la elección de
los caballos para esta actividad, mencionó: “No todos los caballos están
capacitados para hacer equinoterapia. Muchas veces nos preguntan por qué no
trabajamos con caballos rescatados y lo que pasa es que muchas veces tienen
lesiones que hacen que la marcha no sea la correcta para realizar esta
actividad. También pasa que si ese caballo sufrió maltrato, el vínculo con
las personas suele ser muy particular. Cuando pasan el proceso de selección
los preparamos para trabajar con los chicos”, explicó María Emilia.
Y continuó: “Cada
caballo es diferente y percibe cosas de los chicos de manera diferente. Ahí
nuestro rol es más importante porque nos tenemos que dar cuenta qué caballo se
puede adaptar mejor a la persona. Por ejemplo, si la persona es nerviosa no
le puedo poner un caballo de las mismas características porque se van a
potenciar; en ese caso el animal tiene que ser muy tranquilo”, enfatizó.
Por último, María Emilia Bianco habló de la historia de la equinoterapia en nuestro país: “La actividad es bastante nueva en Bahía ya que estamos desde el 2001; en Argentina el primer Centro se inauguró hace 40 años. Lo más importante es que con el tiempo se probó científicamente que esto que hacemos no es sólo una actividad recreativa, es una terapia más que obtiene resultados muy importantes para la vida de las personas”, completó.