Con su colorido característico y su aroma inconfundible, las
frutas cítricas no solo conquistan los sentidos, sino que, según expertos de
Cleveland Clinic, aportan beneficios fundamentales para la salud.
Estas frutas, presentes durante todo el año y especialmente
apreciadas en los meses de invierno, destacan por su capacidad para fortalecer
el sistema inmunológico, proteger el corazón y favorecer la digestión,
convirtiéndose en aliadas clave de una alimentación equilibrada.
Los cítricos, pertenecientes a la familia de las Rutáceas,
incluyen variedades tan populares como naranjas, pomelos, limones, limas y
mandarinas. Su pulpa jugosa y su cáscara gruesa, rica en aceites naturales, les
otorgan un perfil sensorial único.
Julia Zumpano, dietista registrada de Cleveland Clinic,
subraya que estos frutos se encuentran disponibles durante todo el año, lo que
facilita su incorporación regular en la dieta, incluso cuando otras frutas
frescas escasean o pierden sabor.