La próxima vez
que pienses sumar un nuevo integrante a tu familia, ten en cuenta a los perros adultos, ellos han sufrido mucho, pero con amor y
compañía pueden convertirse en un fiel amigo.
Las redes
sociales nos inundan con tiernas y bellas imágenes de cachorros. Facebook e
Instagram se llenan de fotografías de estos pequeños animales y en ocasiones
parece ser una competencia por quién sube la postal más tierna. Y eso está
bien, sin embargo parece responder a una tendencia:
preferir a los perros más pequeños por
sobre los adultos.
Es muy común
ver en las jornadas de adopción cómo las personas optan por acoger a un animal
de corta edad en desmedro de uno más viejo. Muchos piensan que, de esta manera,
el proceso educativo de sociabilización será más sencillo, no obstante esto no
siempre es así. Existe mucho
desconocimiento a la hora de hacerse cargo de un perro que ya tiene varios
años.
Pero adoptar
un perro adulto posee ciertas ventajas, una de ellas tiene que ver con la forma
de relacionarse con los demás. Es muy probable que un animal de mayor edad ya
haya convivido con otros perros, ya sean cachorros o adultos, e incluso si
vivió en la calle se relacionó con seres humanos. Por lo mismo, al ingresar una
de estas mascotas a nuestra familia podemos ver cómo no tiene problemas para interactuar con el resto de seres vivos que
comparten el hogar.
Otra
característica que evidencian los perros adultos es que ya no son tan traviesos. Hay excepciones, claro, y ya conté una de
ellas en otra nota sobre mi perra Pastora, pero en la mayoría de los casos,
estos animalitos ya superaron la etapa más juguetona, por lo que es poco
probable que hagan destrozos y muerdan todo lo que encuentren. Nunca van a rechazar
la posibilidad de jugar, pero para llevar a cabo esta actividad ya no van a ser tan locos como los cachorros.
Cuando
adoptamos un perrito de pocos meses ignoramos cómo va a ser su personalidad
siendo adulto. Esto no ocurre cuando visitamos algún refugio o rescatamos de la
calle un can con más años, en este escenario podemos conocer cómo es y de qué
forma se comporta. También podemos recibir los consejos de los encargados del
refugio o de los voluntarios que conocieron al ejemplar siendo más joven y así
nos evitamos sorpresas a futuro.
Pero una de
las características que más me gustan de los perros adultos es que son los más
agradecidos. Ellos están conscientes de que su vida cambió en el momento en que
los adoptamos o los rescatamos de la calle y no perderán opción de hacerte
saber lo felices que están. Sabrán
apreciar como nadie el sabor de una rica comida o el abrigo y la comodidad
de dormir en una cama agradable.
He
tenido varios perros adultos que vienen de la calle y puedo decir que son los
más leales compañeros, así como los mejores guardianes. También son muy cariñosos, por lo mismo,
deberíamos pensarlo dos veces antes de asegurar que sólo los cachorros son tiernos.
Así, la próxima vez que quieras adoptar un perro, ten en cuenta también a los
más adultos, ellos han sufrido mucho, pero con cariño y compañía pueden
convertirse en nuestros más fieles amigos.