Sabremos que nuestro perro tiene garrapatas si
encontramos en su piel estos insectos
enganchados, sobre todo en zonas con poco pelo, como las orejas, las
ingles, la zona perianal, las axilas o entre los dedos.
Las garrapatas se enganchan a la piel del perro para
succionar sangre, de la cual se alimentan. Al mismo tiempo, debido al contacto
entre la sangre del perro y la saliva de la garrapata, estas pueden transmitirle graves enfermedades,
sobre todo parasitarias.
Por este motivo, los síntomas que se observan en un perro
con garrapatas son picor debido a la
irritación y anemia por la pérdida de sangre, pero, sobre todo, los
relacionados con las enfermedades transmitidas.
Entre los más habituales están la fiebre, el cansancio, la pérdida de apetito, la coloración
amarillenta en las mucosas, los vómitos, posibles hemorragias, cojeras y
algunos síntomas de problemas en el riñón.
Si el perro, además, es alérgico a la picadura de la garrapata, la zona
estará abultada y enrojecida.
Si tu perro tiene pulgas, el principal síntoma será el picor. Y si la infestación es muy intensa,
verás las pulgas a simple vista. Si no encuentras ninguna, también puedes buscar los excrementos de las pulgas,
que son de color negro, tipo caspa, y se observan sobre todo en la grupa,
apartando el pelo; son más fáciles de observar en perros de pelo claro. Una
buena forma de comprobar si hay pulgas o heces de pulgas es peinar al perro con un peine de púas densas
para que se queden pegadas o caigan al suelo.
Asimismo, es frecuente observar picaduras y rojeces en
las zonas de preferencia de las pulgas, como el pabellón auricular, el lomo y
parte superior de la cola, la zona ventral o la parte interna de las patas.
Además, si la reacción es muy intensa,
es posible que el perro sea alérgico, y en estos casos pueden aparecer
pústulas y costras. En el otro extremo existen casos en que la infestación por
pulgas puede llegar a pasar desapercibida, más allá de la presencia de las
pulgas en sí.
Síntomas de los
ácaros en perros
Los ácaros son
parásitos que afectan a nuestro perro situándose en la superficie o en la
primera capa de la piel. Estos parásitos provocan la sarna y existen de
diferentes clases. Todos causan picor
muy intenso, inflamación, pápulas, pérdida de pelo y costras, además de
lesiones por rascado, que podrán dar lugar también a infecciones en la piel.
Son síntomas que podemos encontrar casi en cualquier
parte del cuerpo de nuestra mascota, destacando a veces la irritación y picor
de orejas y del conducto auditivo, además de la piel situada entre los dedos.
Ante la sospecha de sarna, deberemos
acudir de inmediato al veterinario,
tanto por el bien del perro como por el nuestro propio, pues son parásitos que
pueden transmitirse a las personas.
Síntomas de los
piojos en perros
En los perros, los piojos suelen encontrarse en el cuello y en la cola, pero también en
posibles heridas. El perro se frota, se mordisquea y se rasca la zona afectada,
y el pelo le puede quedar mate y áspero.
La piel se le irrita y, al rascarse, se hace heridas que pueden infectarse. Las zonas afectadas acaban perdiendo el pelo y el estado general del perro también resulta afectado, con estrés, ansiedad, debilidad y malestar general.