El jueves pasado ingresó a la casa de Gran Hermano un nuevo
y especial integrante: un perro. El animal, llamado Arturo, sorprendió a los
hermanitos, que reaccionaron con alegría por la incorporación que prometía
llenar de amor la convivencia pero desafortunadamente está sucediendo todo lo
contrario.
“Hola chicos, mi
nombre es Arturo, tengo un poco más de un año de vida. Soy un perrito en
tránsito, muy juguetón, y un poco temeroso, pero estoy feliz de estar en la
casa de Gran Hermano.” Decía su carta de presentación.
Ahora bien, Arturo trae con él una historia de vida muy
triste. Desde cachorro fue maltratado por sus dueños, quienes lo hacían
participar de carreras clandestinas, y un día decidieron abandonarlo. Cuando lo
encontraron llevaba varios días sin comer y se encontraba en condiciones
realmente lamentables.
A raíz de su historia y por la conciencia social que hay en
cuanto al bienestar animal, el ingreso del perrito generó un gran debate fuera
de la casa y sobre todo, en redes sociales.
¿Arturo está en el lugar correcto?, una de las preguntas más recurrentes que la gente se hizo y hace.
En las últimas horas se virilizó un momento del reality muy
violento, donde uno de los protagonistas fue Arturo, quien se puso muy nervioso
por los gritos de una participante y le comenzó a ladrar; en consecuencia, la
jugadora, enojada, gritó: “Ya está, ya está; anda para allá”, amagando un golpe
y la producción, no tuvo mejor idea que cortar con las transmisión.
Bhinfo se contactó con el médico veterinario Ariel Saráchaga
para que nos comparta su opinión en cuanto a lo sucedido y fijó posición en
cuanto al futuro que debería tener Arturo.
“Me preocupa mucho la salud emocional de Arturo,
principalmente después de ver el video en el que una participante reacciona de manera
agresiva e intimidante contra él. Pensemos que un perro que sufrió previamente
maltrato y abandono habría que ofrecerle un ambiente equilibrado y donde pueda
desarrollar las conductas propias de la especie. Como hacer dormir lo
necesario, poder descansar tranquilo en algún lugar, caminar, recorrer,
olfatear, correr, jugar, hacer pozos, revolcarse, relacionarse con otros perros
y todo esto no lo está recibiendo. En mi opinión, el perro debe salir de manera
urgente de la casa para comenzar con su recuperación emocional pero en un
ambiente adecuado.”
Estaremos todos atentos para conocer la decisión de la
producción de GH. Elegimos creer, que Aturo no es un perro destinado a sufrir.