La tendencia de los perros a revolcarse en excrementos, un comportamiento que a menudo resulta desagradable y sorprendente para los dueños, ha desconcertado a los expertos en comportamiento animal durante mucho tiempo. Este fenómeno plantea algunos interrogantes acerca de las motivaciones subyacentes detrás de este hábito tan peculiar. Mientras que para los humanos puede parecer repugnante, para los perros, revolcarse en excrementos puede tener una serie de explicaciones evolutivas y comunicativas que es de especial interés conocer.
En el mundo animal, este comportamiento puede tener varias
funciones, desde el camuflaje olfativo
hasta la comunicación con otros miembros de la manada. Los científicos
sugieren que, para los cánidos salvajes, embadurnarse
con olores fuertes podría ayudar a disimular su propio aroma y confundir a sus
presas. Para los perros domésticos,
el comportamiento podría estar relacionado con la necesidad de explorar su entorno de manera olfativa, expresar su
identidad o incluso comunicar su estado emocional.
Éste es el motivo por el que los perros se revuelcan en excrementos
Los perros tienen una inclinación inexplicable por
revolcarse en sustancias desagradables, un comportamiento que intriga a muchos
propietarios y expertos. Simon Gadbois,
investigador de comportamiento animal, experimentó esta fascinación con su
border collie Zyla, quien a menudo se revolcaba en excrementos de castor
durante sus estudios en Canadá. Aunque este hábito puede parecer repugnante,
Gadbois observó que no afectaba la
capacidad de Zyla para realizar su trabajo de rastreo. Este comportamiento,
común entre los perros, puede tener varias explicaciones.
Este comportamiento
podría servir para evitar a otros depredadores. Un estudio de zorros grises
reveló que estos animales se frotaban en el olor de pumas, posiblemente para
evadir a depredadores como los coyotes. Aunque esta teoría tiene mérito, no
explica por qué los cánidos grandes también se revuelcan en olores de
depredadores.
También podría estar involucrado un aspecto social. En la naturaleza, animales como las hienas
y los lobos pueden usar olores fuertes como una forma de comunicación o
para fortalecer vínculos sociales. Los estudios muestran que las hienas reciben
más atención de sus compañeros cuando tienen olor a carroña en su pelaje.
Similarmente, los lobos podrían estar compartiendo olores para consolidar su
identidad grupal o para mejorar su posición social dentro de la manada.