El truco consiste en agarrar una bolsa de compra ancha y con unas tijeras hacer cuatro agujeros en la base de la bolsa para
las patas del animal. De esta forma, la
mascota se queda en lo alto en una especie de transportín colgante y no hace falta sujetarlo ni pelearse con él
para una misión tan complicada como cortarle las uñas.
En el vídeo se puede observar cómo, Honey, así se llama el
galgo, está tranquilo en el trasportín colgante mientras que su dueña le coge de las patas con suavidad
y le corta las uñas. Aunque no lo parezca, según la australiana, su perro
al estar en el aire y sujetado se relaja y se
distrae del sufrimiento que le puede causar cortarle las uñas.
La ideadora del vídeo ha aclarado que lo importante está en
elegir una bolsa de tela lo
suficientemente grande y cómoda para cada mascota. Sin embargo, a la
pregunta de si el truco funciona con aquellos perros que no hay forma de que
paren quietos a la hora de cortarles las uñas, la australiana solo ha
contestado que la cosa es probarlo y verlo.