Un estudio reciente sugiere que la creatina, un compuesto
ampliamente utilizado como suplemento deportivo, podría desempeñar un papel
clave en el tratamiento de la depresión cuando se combina con terapia de
conversación.
Investigadores de la Universidad de Oxford citados por New
Scientist hallaron que las personas que recibieron creatina junto con terapia
cognitivo-conductual (TCC) experimentaron mejoras significativas en sus
síntomas depresivos en comparación con aquellas que tomaron un placebo.
La creatina es un compuesto que el cuerpo humano produce de
manera natural y que se encuentra en alimentos ricos en proteínas, como la
carne y el pescado.
Su función principal es suministrar energía a las células,
lo que la convirtió en un suplemento popular entre los atletas y culturistas.
Sin embargo, investigaciones recientes comenzaron a explorar
sus posibles aplicaciones en la salud mental, en particular su impacto en
trastornos depresivos.