¿Alguna vez te has preguntado qué estará soñando tu peludo
amigo mientras duerme profundamente, con sus patitas moviéndose y emitiendo
pequeños gruñidos? Si bien no podemos acceder directamente a sus pensamientos
oníricos, gracias a las investigaciones realizadas por expertos como la
Universidad de Harvard, podemos empezar a comprender mejor este proceso
misterioso.
El sueño en perros y gatos, al igual que en los humanos, se
divide en distintas etapas. La fase REM (Movimientos Oculares Rápidos) es la
etapa más asociada a la generación de sueños. Durante esta fase, el cerebro de
nuestras mascotas se encuentra en un estado de gran actividad, caracterizado
por movimientos oculares rápidos y contracciones musculares.
Un dato interesante es que tanto perros como gatos
experimentan la fase REM, lo que sugiere que podrían soñar de una manera
similar a los humanos. Sin embargo, la forma en que sueñan varía entre las
especies. Por ejemplo, los peces no presentan signos de sueño REM, lo que
indica que probablemente no sueñan como los mamíferos.
En qué sueñan los perros y gatos, según estudio de Harvard
Si bien no podemos saber con certeza qué sueñan nuestras
mascotas, podemos hacer suposiciones basadas en su comportamiento y actividad
durante el sueño. La Dra. Deirdre Barrett, psicóloga e investigadora de la
Universidad de Harvard, propone la "hipótesis de continuidad", que
sugiere que los sueños reflejan las experiencias diarias del animal.
En el caso de los perros, que dependen en gran medida del
olfato, es probable que sus sueños estén relacionados con los olores que
encuentran en su vida cotidiana. Esto significa que podrían soñar con perseguir
a un escurridizo conejo en el parque, olfatear un suculento trozo de comida o
simplemente disfrutar de un relajante paseo por el campo.
Por otro lado, los gatos, conocidos por sus instintos
cazadores, podrían soñar con acechar a su presa, perseguir un ágil ratón o
abalanzarse sobre un juguete colgante. El estudio del Dr. Michel Jouvet,
neurocientífico de la Universidad de Lyon, en la década de 1970, arrojó luz
sobre este tema. Al intervenir en la región cerebral llamada "el
puente" en gatos, observó cómo estos exhibían comportamientos de caza
durante el sueño REM, lo que respalda la idea de que los sueños felinos están
estrechamente ligados a sus instintos innatos.
Los sueños de nuestras mascotas no se limitan a simples
recreaciones de sus actividades diarias. También pueden incluir emociones,
sentimientos y relaciones con sus seres queridos. Los perros, con su fuerte
vínculo emocional con sus dueños, podrían soñar con jugar a la pelota con
ellos, recibir cariños o simplemente acurrucarse a su lado.
En el caso de los gatos, aunque la conexión con sus dueños en los sueños puede no ser tan intensa como en los perros, es probable que aquellos gatos con un fuerte vínculo con sus propietarios también los incluyan en sus sueños. Esto se debe a que los gatos también forman lazos afectivos con las personas que los cuidan y aman.