Nació en Alaska pero es argento como el dulce de leche, en gran parte gracias a su madre que nunca quiso que fuese un "gringuito". Visitó varias veces nuestra ciudad y fue tan afortunado que, casi siempre, desplegó su música en el Teatro Municipal. Vuelve este 23 de Agosto y se trae a su living, lo acomoda con un buen Feng Shui y traslada su zona de confort para compartirla con nosotros. Rubén García habló con Kevin Johansen a pocos días de volver a Bahía Blanca, en este caso a presentar su disco "Quiero mejor":
"Mi madre decía que yo bailaba al ritmo del lavarropas, imagínate ya era medio un músico que incorporaba ritmos de cualquier máquina. Tuve la suerte de tener una madre muy musical. Al haber tenido la particularidad de nacer en Alaska, tenía discos de folk norteamericano. Estuve allá hasta los 11 años, yo entendía el castellano de oreja, no lo practicaba, me acuerdo a mis cuatro años vine por primera vez en Argentina, después a los nueve y finalmente a los 11, 12 ya me quedé, o sea, que no fue un shock cultural tan fuerte. Con mi madre la raíz folclórica estaba muy presente, ella era muy del folclore, así que por eso yo toco la criolla y tengo esa arraiga".
Kevin cuenta que escucha, que le llama la atención y hacia donde va su oído: "Me gusta mucho lo clásico, lo que pasa es que con los géneros musicales, cuando investigás un poco te das cuenta que nada es puro, lo decía Paco de Lucía respecto de la pureza. Hay géneros que son primos hermanos entre sí o primos lejanos y después cosas que vos encontrás rítmicamente de una bachata, puedo hacer una milonga y vas juntando géneros y dándote cuenta que en realidad todo está linkeado ahí entre ellos y eso te enriquece como canción. La música está permanentemente en movimiento, nada se pierde todo se transforma o todo se deforma y está buenísimo".
Vuelve al Teatro Municipal, ahora con su Feng Shui Project y "arrastrando" su zona de comfort con él: "Para salir de mi zona de confort, estoy adentro. Con el disco "Quiero mejor" les dije ¿Me ayudan a armar el proyecto?, vamos a hacer una especie de Project para presentar el disco, así que vamos a estar con ellos presentando ahora en estos días por el sur el Feng Shui Project que nos tiene muy muy felices, la verdad que las reacciones han sido súper buenas y que te das cuenta que entró con el pie derecho con el público. También sigo con mi banda "The Nada" que hace más de 23 años que giramos juntos, nos tomamos descansos pero siempre volvemos y vamos dosificando porque ya cuando estás más grande aprendés a disfrutar las cosas de otra manera".
Para finalizar y cuando le preguntamos sobre si tiene algún método de composición establecido, Kevin se sincera y dice: "Hay un método en la locura, cada uno tiene su su forma, su método en su locura, no en mi caso porque creo que la música el beneficio que tiene es que la máquina nunca descansa.
Vos estás mirando un partido de fútbol o yo ahora tengo la tele viste y estoy hablando con vos y capaz, que en un ratito estoy pensando una melodía o una sola guitarra y hago una frase o una línea y vas como guardando cosas desde la memoria y de repente decís a ver le toca esta idea, me gustó, vuelve la idea de una frase o una idea melódica vuelve a vos, okay, hay que atacar esto. Pero en un punto la música de intangible e invisible, a mí me cargan, mi pareja o mi familia como que no los estoy escuchando y yo con la con la mirada en blanco, viste como mirando a la nada y estoy imaginando la idea, pero ni siquiera me doy cuenta es como que me atrapa".